La historia medieval de Navarra va unida a aquelarres, pócimas, exorcismos, persecuciones, creencias, mitos y leyendas. Hoy es posible conocer la Ruta de la Brujería a través de cuatro itinerarios. Además, el Museo de Zugarramurdi celebra su décimo aniversario con una renovada sala de mitología.

El Museo de las Brujas de Zugarramurdi, situado a poca distancia de la conocida cueva, cumple una década de andadura. Durante este tiempo lo han visitado más de 247.000 personas atraídas por el halo de misterio que rodea a esta localidad del Pirineo navarro, con sus mitos y leyendas.

Con motivo del décimo aniversario del museo, se ha renovado la exposición de la Sala de la Mitología, donde una mesa central sirve de soporte a dos pantallas táctiles con las que los visitantes podrán interactuar y conocer más sobre las distintas criaturas mitológicas.

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Conviene recordar que durante los siglos XVI y XVII la sociedad navarra se caracterizó por las diferencias culturales y políticas, por sus creencias en mitos y leyendas y por la sabiduría ancestral que poseían las mujeres de antaño usando el poder de la naturaleza para curar enfermedades. Estos factores favorecieron las acusaciones de brujería entre los vecinos, la mayoría de las veces, infundadas. Así, la historia de Zugarramurdi quedó unida al proceso de la Inquisición por el que en la Edad Media una treintena de personas naturales de la localidad fueran ajusticiadas o castigadas de manera despiadada.

Puede que el aislamiento del norte de Navarra favoreciera la conservación de teorías de adoración al diablo y de remedios naturales que quizás se confundieron con brujería. Y puede también que las luchas entre agramonteses y beaumonteses auspiciaran envidias entre sendas facciones nobiliarias que provocaron numerosas acusaciones falsas.

Tras visitar el museo, conviene acercarse a la cueva de Zugarramurdi, donde se celebraban aquellos rituales y festines desenfrenados. Cada año, el 18 de agosto, se celebra el zikiro-jate, comida popular protagonizada por el cordero asado a la estaca.

La Ruta de la Brujería

 El mapa de la brujería navarra traza una línea desde la comarca de Sangüesa y Lumbier hasta Améscoa (al norte de Estella-Lizarra), con algún foco aislado en la zona de Viana y Bargota. La Inquisición intervino en más de 60 localidades navarras, distribuidas principalmente por la montaña, epicentro de las creencias brujeriles.

El visitante encontrará en la Ruta de la Brujería cuatro itinerarios para recorrer de manera lógica los principales escenarios de este fenómeno. Misteriosos enclaves de gran belleza impregnados que invitan a trasladarse al enigmático mundo del oscurantismo, a la vez que le permiten disfrutar del sabor de las tradiciones gastronómicas y la autenticidad de un medio que ha sabido perpetuar su esencia.

El primer itinerario denominado ‘Las primeras persecuciones de la brujería en Navarra’ transcurre por los Valles de Roncal y Salazar y la zona de Orreaga/Roncesvalles (Auritz/Burguete, Orreaga/Roncesvalles, Ochagavía, Burgui y Vidángoz). El segundo recorrido, con el nombre ‘Frontera, superstición y brujería’ abarca las localidades de Baztan, Bertizarana y las Cinco Villas (Zugarramurdi, Urdazubi/Urdax, Arraioz, Bera y Doneztebe/Santesteban). En tercer lugar se pueden visitar Anocibar, Valles de Larraun y Araitz, y Leitzaran en la ruta ‘Montañas y cuevas, entre la mitología y la brujería’. Por último, el cuarto itinerario, ‘Brujos en tierras estellesas’, lleva a Bargota y Viana.

 Para más información:

María Celaya

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